sábado, 1 de mayo de 2010

Mes de Mayo

Mes de Mayo, mes de las flores.

Este mes me huele a lilas, a las lilas que de pequeños íbamos a recoger a los corrales de las casas abandonadas. Algunos estaban repletos, era nuestro mejor lugar de juego en el mes de Mayo y después, con esas y otras flores subíamos al cerro, al cerro Santa Lucía a dejar las flores a la Inmaculada.

Era mes de flores, de cánticos a María, pero sobre todo era el despertar del invierno, el verdor en los prados, la luz de la primavera y el jugar en la calle más tiempo.

El mes de Mayo era acompañar a mi madre al cerro. Era un auténtico ritual de Primavera. Llegaba el mes de Mayo y el primer día ella ya subía al cerro, cogía su rosario y subía rezando todo el camino, a veces le acompañaba yo, otras, las más, su amiga Martina. Año que podía, porque su salud así se lo permitía, subía todos, todos los días sin faltar uno al cerro. Era su forma de dar gracias, de decir un año más tengo fuerzas y estoy bien para hacerlo.

Ese cerro está hoy un poco lejos, en la distancia, pero cerca en el corazón y hoy, desde el corazón y desde el recuerdo he hecho mi propio peregrinaje al cerro Santa Lucía. Gracias por acogerme un año más, como siempre, de la mano de mi madre tras la mirada plácida de mi padre, la sonrisa alegre de mi hermana y el aire vital de mi tía a la que estas cosas no le parecen nada prácticas pero bueno,"no se está mal aquí -dice- por lo menos corre un vientecillo bueno".

Esta es nuestra particular cita en el Cerro, el aire es fresco pero agradecido, no se piensa, no se habla, sólo el silencio evocador nos une y nos llena de complicidad. Nos basta con saber que estamos ahí. Qué sosiego, qué tranquilidad, ¡que bien se está hoy en el Cerro!.

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Libros de lectura

  • El Alquimista. Paulo Coelho
  • El manuscrito Carmesí. Antonio Gala
  • La sombra del viento. Carlos Ruiz Zafón
  • La sonrisa etrusca. Jose Luis San Pedro
  • La suma de los días. Isabel Allende
  • La vieja sirena. Jose Luis Sampedro
  • Los pilares de la tierra. Ken Follett
  • No digas que fue un sueño. Terenci Moix