El día amanece nublado. Siete cuarenta de la mañana. Con los últimos rojizos del amanecer iniciamos camino a buscar sitio en el kilómetro ocho de la maratón. Ocho y media de la mañana, estamos en nuestras posiciones.
La avenida vacía, dos policías ocupan su posición para parar el tráfico. Empiezan a venir espectadores. Esta posición no está muy concurrida y más las horas que son, se entiende. Suenan las sirenas, "vienen, vienen ya por ahí".
¿Vienen dices? Claro que vienen, pero vienen 3000. Aquello era un pasar y pasar de corredores, nuestro objetivo ha quedado desvanecido entre

la gran cantidad de entusiastas de este deporte que hoy han
decidido correr la
maratón.
Es impresionante ver ese despliegue de gente corriendo, persiguiendo un objetivo: llegar a meta, correr los 42 km (ahora un poco menos) que la separan de ella.
Somos pocos los espectadores, pero animamos. "¡Animo chicos, adelante!". En algunos despertamos una sonrisa y un saludo cómplice a cámara. Están llenos de energía, de ganas, pero también saben lo que les queda por delante, saben lo que es
comedirse, reservar su fuerzas, lo importante de mantener un ritmo si quieren llegar.
Y eso hacen, mantener su ritmo y nosotros tras ellos (en coche) de punto estratégico en punto estratégico para seguir animando, para comprobar cómo ya en el km 22 las fuerzas eran otras, las caras también pero la ilusión la misma. Están a mitad, es un momento duro pero ya han llegado hasta allí y eso es mucho.
En el Km 32 ya van agotando sus fuerzas, vemos
avituallamiento de todo tipo. Están los que van comiendo alguna
barrita energética o el
isostar, otros recurren a los plátanos (kilómetros antes encontramos una chica en bicicleta que ya nos dijo que llevaba plátanos y chocolate negro para cuando lo fuera
necesitando su gente. No hay nada como aprender de los entendidos) y algunos ya recurren hasta al
bocata para reponer fuerzas.
En este punto, ya se ve mucho el agotamiento. Algunos van
prácticamente andando otros, sin embargo aún tienen fuerzas para conversar amigable y filosóficamente, por lo que escuchamos, con el compañero de carrera.
Es especialmente ahora, a escasos 10 km del final, cuando las caras, los movimientos delatan lo francamente dura que es la prueba. Todo un acontecimiento deportivo del que hemos disfrutado hoy bajo un cielo nublado que nos ha dejado también lluvia durante la prueba pero, en definitiva, un buen día para todos estos incansables deportistas y sin duda para nosotros que hemos disfrutado de seguirles en ese gran esfuerzo y reto.
¡Enhorabuena a todos!© amserranoFotofrafía Isahilo.Si quieres saber más, no te olvides de echarle un vistazo a las
fotos que captaron los detalles